viernes, 16 de abril de 2010

Colores

A lo largo del tiempo, colores y texturas han ido cambiando de modo que muchas veces cuesta reconocer lo que hay detrás. He elegido siete ejemplos más o menos pretéritos, en los que se observan distintos tonos, matices y plumajes.

Pero el futuro es incierto: la ascendencia rampante del género femenino ha implantado una dominación no por tácita menos real. Cansado de escuchar letanías oficiales aprendidas como el catecismo, pero sin la enjundia espiritual de este, me veo obligado a discordar. Dominan y dominarán el siglo XXI, decidirán el pelaje y la textura preferidos, aunque quizá en su éxtasis de victoria no se percaten de muchas de las lecciones vertidas a lo largo de los siglos.

El cambio de paradigma está aquí. Solo cabe desearles suerte en su esforzadísimo empeño. Al final siempre sucede: debemos tener cuidado con los sueños que anhelamos pues suelen cumplirse. El animal está ahora en sus manos, latiente y vivo; esperemos que siga así. Y, más aún, que sepan cuidarlo. En pesadillas se me antoja que el delirio del éxito ha relegado a un segundo plano el fin perseguido: un mal sueño, sobre un asunto además que queda por completo fuera de mi alcance.



I

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera,
por no hacer mudanza en su costumbre.


Garcilaso nos muestra un color rojo intenso con primaverales veteados naranjas, delicados y sutiles. No parece guardar rencor, era un caballero renacentista con todo lo que eso conlleva.


II

Liebesträume



Liszt contiene una fuerza sobrehumana, y no solo en su técnica, contenida con no menos sobrehumana resistencia. Ni siquiera una princesa pudo con ello. Por eso quizá se hizo ábate, con el fin, no sé si exitoso, de poder dar rienda suelta a las cataratas rebosantes que anegaban su corazón y, desde ahí, el resto de su cuerpo. No veo color, solo espíritu.

III

La dama, transfigurada, canta la felicidad que refleja el rostro de su amado, quien la arrastra hacia el éxtasis supremo que hallarán más allá de la muerte; Isolda serenamente cae ya sin vida sobre el cuerpo de Tristán. (Fuente: Jose M.ª Martín Triana)


Wagner es, en cierto modo, lo máximo e insuperable. Música total que revuelve por dentro y obliga a echar lo que llevamos dentro, queramos o no. La flecha que lleva clavada Isolda es azul profunda y se hinca en ella hasta la médula del centro de Europa. (Nota: recomiendo condiciones adecuadas de tiempo, espacio y sosiego.)


IV

Te me mueres de casta y de sencilla:
estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, raptor intrépido de un beso,
yo te libé la flor de la mejilla.

Yo te libé la flor de la mejilla,
y desde aquella gloria, aquel suceso,
tu mejilla, de escrúpulo y de peso,
se te cae deshojada y amarilla.

El fantasma del beso delincuente
el pómulo te tiene perseguido,
cada vez más patente, negro y grande.

Y sin dormir estás, celosamente,
vigilando mi boca, ¡con qué cuido!
para que no se vicie y se desmande.


Miguel Hernández, experto en sonetos. Este tiene color rosa pálido, como los pétalos de la jara; al tacto es ligeramente áspero, pero de una aspereza que agrada, distiende el ceño y exhala bondad.


V


Vicente Aleixandre no tiene música. Su palabra sideral basta para llenar un estadio. Nos conecta con las fuerzas primarias del Universo sin necesidad de mirar por el telescopio. Verde oscuro pero fuerte, con matices por el horizonte, dorados, ardientes, que se funden en un degradado con la inmensidad de arriba.


VI



Barbra Streissand and Barry Gibb ask us what kind of fool we were. They, and we, left the bough break; they, and we, left the stranger in. Who's sorry now? Color blanco, no podía ser otro. El amor, a veces, es blanco.

VII

Laura Pausini. Terciopelo, instinto, pasión. Color negro.

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