lunes, 22 de abril de 2013

Personas-mula


Hay algo esencialmente inmoral en todo esto. No me refiero al pobre Sísifo, que al fin y al cabo fue víctima de una cruel venganza urdida por los dioses. Este es un asunto mucho más mundano:

Miles de personas, principalmente mujeres, cruzan la frontera de Melilla con Marruecos cada día porteando, legalmente, unos fardos enormes que no quiero ni pensar lo que pueden pesar. Un trasiego que, parece ser, resulta legal, pero que recuerda las primeras imágenes de la película Espartaco de Kubrik o esas otras tristísimas imágenes de las minas embarradas en Brasil con centenares de niños subiendo y bajando con otros fardos a sus espaldas.

Esto es un espanto se mire como se mire. Más aún por el hecho de estar aquí, a la vuelta de la esquina, junto a este paraíso artificial de centros comerciales, huelgas por la sanidad o por las vacaciones, caravanas de automóviles en días festivos y sobreabundancia, por mucha crisis que estemos atravesando. Sobreabundancia de palabrería, de hipocresía, de doble rasero es lo que hay de continuo.

Cada vez que algún «militante» me suelte el rollo por activa o por pasiva, pensaré interiormente en estas mujeres que no tienen sindicatos ni nadie que las defienda (entre otras cosas porque seguramente piensan que no necesitan ninguna defensa), y me repetiré una vez más que los sindicalistas de los países ricos únicamente trabajan para perpetuar las condiciones ventajosas de los trabajadores y trabajadoras de SUS países, sin importarles un pepino lo que sucede fuera, aunque sea justo al lado, como en este caso. Pero es rotundamente imposible alcanzar un mínimo equilibrio social si solo nos preocupamos de nuestros privilegios, de nuestras pagas extra y de nuestra capacidad de consumo. En el mundo que vivimos, podemos meter la cabeza en nuestra sauna particular y olvidarnos del resto al más puro estilo nórdico, pero, a la larga, eso solo conducirá a más desigualdad y, en consecuencia, a más problemas.

La sauna, como la aldea, ha dejado de ser local para convertirse en global, lo veamos o no.

Más información en:

http://www.vice.com/es/read/the-lady-mules-of-morocco-702-v5n2