viernes, 8 de noviembre de 2013

La noche

 A lo largo de la historia, la noche ha sido relacionada con un montón de cosas, desde el erotismo más desenfrenado hasta las oscuridades del rencor más absoluto. Pero la noche es, puede ser, mucho más que eso. Mucho más que la literatura de todos los poetas y novelistas juntos. La noche va mucho más allá de todo eso, porque da pie a un milagro que se produce con mucha frecuencia: el milagro de las noches sin nubes.



Dejad que el día os atrape con vuestras cuitas, vuestras preocupaciones domésticas, vuestras ansiedades y aversiones terrenales. Es casi inevitable. La luz del día nos impide ver de lejos al mostrarnos tantos y tan estimulantes objetos, lugares y personas, que continuamente nos arrastran, nos repelen, nos marean con su vaivén incesante. Pero permitid a la noche que muestre su infinito panorama; destapaos los ojos y observad el espectáculo. Sin luces de neón, sin máquinas ni ropajes de ningún tipo. Es sorprendente que pueda obtenerse tanto con tan poco.

Un cielo estrellado es una ventana abierta al universo.